El dolor de espalda es un síntoma que engloba muchas situaciones clínicas y que pueden tener causas muy variadas. Afecta al 70-80% de la población al menos una vez en la vida, y puede ser muy intenso e incapacitante.
El dolor de espalda puede estar localizado, puede irradiar a lo largo de una pierna, puede mejorar al cambiar de posición… toda la información que puedas aportar respecto a tu dolor de espalda podrá ayudar a identificar la causa del dolor y encaminará el tratamiento.
Muchas causas hay detrás de estos dolores: contracturas musculares, un nervio pinzado, hernia de disco, caídas, osteoporosis, etc. Es necesario tratar el tanto el dolor como la causa, por lo que frente a un dolor de espalda en la farmacia te recomendaremos medidas para disminuir el dolor, pero también te diremos que vayas al médico si el dolor no remite en un par de semanas. Así el médico podrá diagnosticar el origen de tu dolor de espalda y podrás iniciar el tratamiento adecuado lo más pronto posible.
Dentro de la terapéutica para el dolor de espalda las vitaminas B se están haciendo un huequito nada despreciable. Pero ¿hay base científica para el uso de vitaminas B en el dolor de espalda? ¿Son útiles en todos los casos de dolor de espalda? ¿Están libres de contraindicaciones y precauciones por ser vitaminas? Comencemos por el principio…
El estudio de las vitaminas B como analgésicos comenzó en la segunda mitad del siglo pasado. El interés en las vitaminas fue decayendo a medida que se desarrollaron los analgésicos de síntesis, pero vuelve a coger fuerza debido a los efectos adversos que ahora sabemos que aparecen con el uso de analgésicos a largo plazo. Las vitaminas B podrían ser una opción interesante para disminuir las dosis necesarias de analgésicos tanto en pacientes agudos como crónicos, evitando molestias estomacales, subidas de tensión arterial, etc.
Las vitaminas del complejo B son varias, siendo la tiamina (B1), la piridoxina (B6) y la cianocobalamina (B12) las que tienen cierta evidencia a su favor para el uso en dolor de espalda. No se conoce tan bien su mecanismo de acción en la disminución del dolor como en el caso de los AINEs o la morfina, pero parece estar asociada a la regeneración de nervios dañados, al control de la sensación de dolor a través de la estabilización de la conducción nerviosa, a la optimización de ciertos mecanismos de control del dolor que tiene nuestro sistema nervioso central, e incluso a través de la modulación de la COX-2, una enzima involucrada en procesos inflamatorios. Parece que no es un mecanismo relacionado con la carencia de vitaminas, sino con el funcionamiento bioquímico de las vitaminas aún en pacientes con niveles normales de estas vitaminas en su organismo.
Varios estudios parecen avalar el buen funcionamiento de las vitaminas B1, B6 y B12 en algunos casos de dolor de espalda. Algunos ensayos clínicos han arrojado los siguientes resultados:
El problema con estos estudios es que no se realizaron con grandes cantidades de gente, ni durante largo tiempo, ni con dosis similares entre los diferentes estudios, por lo que no se pueden generalizar sus resultados al total de la población ni plantear un tratamiento estandarizado. Es deseable que hayan más ensayos clínicos que permitieran perfilar una terapia adecuada con vitaminas B1, B6 y B12 para el dolor de espalda, determinando dosis, clínica en la que son útiles, días adecuados de tratamiento, etc.
¡Todos! Total, es una vitamina y no hace daño ¿no es verdad? Bueno… no exactamente. Las vitaminas son de venta libre, tanto las que se utilizan como complemento dietético como las que que se consideran medicamento para algunos dolores de espalda. Ni el Hidroxil® ni el Benexol®, medicamentos basados en vitaminas B1-B6-B12 con indicación en dolor de espalda requieren receta médica para su compra, pero te recomendamos que comentes tu caso con el farmacéutico. Es posible que tu dolor necesite cuidado médico, y será el farmacéutico el que te ayude a evaluar tu situación.
Una vez que los profesionales de la salud han valorado que las vitaminas pueden ayudarte es importante saber que algunas personas pueden tener problemas con estas vitaminas. Algunas personas que tienen anemia macrocítica pueden tener problemas con su nivel de potasio al utilizar esta vitamina, por lo que en estos casos se recomienda que haya seguimiento médico para utilizar las vitaminas B1-B6-B12 para el dolor de espalda. Otros casos poco frecuentes incluyeron una reacción de tipo acné que se alivió al suspender la medicación. Para evitar problemas relacionados con el exceso de vitaminas los prospectos de los medicamentos recomiendan no utilizar vitaminas B1-B6-B12 para el dolor de espalda durante más de 15 días sin hablar con el médico.
Finalmente, las dosis altas de vitaminas para el dolor de espalda han sido ensayadas en adultos, por lo que los niños no deben utilizar dosis altas de vitaminas sin hablar con su pediatra.
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