El Sintrom® es el nombre comercial de un medicamento que contiene el principio activo acenocumarol. Es un medicamento antitrombótico que actúa como antagonista de la vitamina K. Pero ¿qué quiere decir toda esa frase realmente? ¿Por qué hacen tantos controles cuando se toma Sintrom®? Estas y otras respuestas las encontrarás en este artículo.
El Sintrom® es un medicamento ampliamente utilizado en el tratamiento anticoagulante, destinado a pacientes con problemas de coagulación sanguínea. Este fármaco pertenece a la familia de los anticoagulantes orales, diseñados para regular la coagulación de la sangre y prevenir la formación de coágulos peligrosos que puedan provocar eventos cardiovasculares graves, como infartos o embolias.
Este medicamento actúa interfiriendo con los factores de coagulación en la sangre, disminuyendo su capacidad para formar coágulos. Es particularmente efectivo en pacientes que presentan un riesgo elevado de formación de coágulos, ya sea debido a afecciones médicas subyacentes o a la necesidad de intervenciones quirúrgicas.
Como dijimos antes, es un antitrombótico que actúa como antagonista de la vitamina K. Vamos por partes:
Según el problema del paciente se desea mayor o menor bloqueo de la coagulación, algo que se mide con una unidad llamada INR.
El INR es la sigla de International Normalized Ratio, índice internacional normalizado. Existe una prueba de laboratorio llamada tiempo de protrombina que mide el tiempo que demora la sangre en coagularse, pero el tiempo en segundos por sí solo no es adecuado para controlar la coagulación de la sangre porque varía mucho y por varios factores. Para estandarizar la medida se inventó el INR: tiempo de protrombina de un paciente dividido por el tiempo de protrombina de una sangre controlada y normal, y ese cociente se eleva a una potencia determinada por el fabricante de los reactivos con los que se determinó el tiempo de protrombina del paciente.
Las patologías que se benefician del uso del Sintrom® son patologías relacionadas con un aumento de la coagulación, tales como:
El tratamiento o prevención de estos problemas se puede lograr utilizando las dosis de Sintrom® que llevan al paciente al nivel de INR recomendado en cada enfermedad.
Es importante destacar que el Sintrom no es adecuado para todos los pacientes. Las personas mayores de 65 años, en particular, pueden requerir una vigilancia y ajustes especiales en la dosis debido a posibles cambios en la función hepática y renal que afectan la metabolización del medicamento.
Además, hay que tener mayor cuidado en situaciones clínicas específicas. Por ejemplo, si una persona tiene la necesidad de someterse a procedimientos quirúrgicos o recibir inyecciones intramusculares, es fundamental consultar con su médico sobre cómo ajustar el tratamiento con Sintrom® para minimizar el riesgo de complicaciones.
La dosis diaria se toma siempre a la misma hora, separada lo más posible de las comidas. A diferencia de otros medicamentos, que se toman siempre la misma cantidad todos los días, la dosis diaria de Sintrom® puede variar los diferentes días de la semana, ya que la toma de Sintrom® se cuenta en miligramos semanales; es usual que se alterne medio comprimido con tres cuartos de comprimido día sí día no, o que lunes y jueves la dosis suba una semana para subir martes y viernes la otra. Y como el INR objetivo cambia según la patología, y como cada paciente reacciona diferente a la toma de Sintrom®, las pautas semanales de Sintrom® son personalizadas.
Cuando la toma de Sintrom® se vuelve complicada de seguir es posible solicitar a tu farmacia de confianza que te prepare un blíster con toda la medicación que tomas, Sintrom® incluido.
Cuanto mayor es el INR, más fluye la sangre sin coagular y menos riesgo de trombo hay, pero también es mayor es el riesgo de hemorragia. De ahí que el INR tenga un valor objetivo al que deseamos llegar, pero que no queremos sobrepasar, usualmente entre 2,0 y 3,5.
Es fundamental ajustar la dosis de Sintrom® de manera precisa y regular para garantizar su eficacia y reducir el riesgo de efectos adversos. Esto generalmente se logra mediante pruebas de coagulación sanguínea, que ayudan a determinar la dosis adecuada para cada paciente. Es importante que aquellos que estén tomando Sintrom® sigan de cerca las indicaciones de su médico y se sometan a controles periódicos para asegurar un tratamiento seguro y efectivo.
Por esta razón, al inicio del tratamiento es necesario hacer controles muy seguidos (algunas guías hablan de pruebas cada dos-tres días, otras cada día) hasta llegar al INR objetivo porque no se sabe cómo reaccionará el cuerpo: la misma dosis de Sintrom® no tiene por qué resultar en el mismo INR en dos pacientes diferentes. Al llegar al valor de INR deseado y estabilizarse allí, los controles pueden espaciarse más (semanales, quincenales) hasta hacer controles mensuales. Los controles mensuales no se abandonan porque el INR puede variar por muchas cosas (cambios de medicación, cambios en la alimentación, uso de productos de herbolario, diarreas, errores en la toma de la medicación, etc.) y es importante corregir la dosis de medicación para volver al INR objetivo lo más pronto posible.
Si te resulta molesto ir con frecuencia a la clínica puedes considerar el uso de dispositivos de autocontrol para medir el INR. Son aparatos similares a los que se utilizan para medir la glucosa en sangre. Son muy cómodos comparados con las visitas al hospital o al CAP, pero no son baratos ni cubren las necesidades de todos los pacientes. Tu médico puede ayudarte a valorar si eres buen candidato para esta forma de control del INR.
Además, existen ciertos factores que pueden influir en la eficacia y seguridad del tratamiento con Sintrom®. Por ejemplo, la ingesta de alimentos ricos en vitamina K, como las verduras de hoja verde, puede afectar la acción del medicamento, ya que esta vitamina desempeña un papel crucial en la coagulación sanguínea. Por otro lado, el consumo de hierba de San Juan, un suplemento herbal popular, también puede interferir con el Sintrom® y aumentar el riesgo de complicaciones.
Puedes leer más sobre este tema en nuestro artículo sobre alimentación y Sintrom®
Como cualquier medicamento, el Sintrom® no está exento de efectos secundarios. Uno de los principales riesgos asociados con su uso es el riesgo de sangrado. Debido a su acción anticoagulante, el Sintrom® puede aumentar la tendencia a sangrar, lo que puede ser especialmente preocupante durante intervenciones quirúrgicas o en caso de lesiones.
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