¿Qué es un linfedema?

La palabra linfedema tiene dos raíces: edema, es decir, hinchazón producida por la retención de un líquido, y linfa, que es el líquido que tenemos en los vasos linfáticos. Linfedema entonces es la inflamación o hinchazón que se produce por retener linfa en nuestros tejidos blandos. Afecta sobre todo a las piernas y brazos, pero en algunos casos puede aparecer en el resto del cuerpo. Es una condición crónica, es decir, que no tiene cura una vez que aparece, pero que se puede tratar para mejorar la calidad de vida del paciente y evitar complicaciones. Pero ¿qué es exactamente la linfa? ¿Por qué se retiene? Hablamos de estas y otras dudas en este artículo.

¿Qué es la linfa?

La linfa es un líquido que se genera a partir del líquido extracelular (es decir, por fuera de la célula) que tenemos en nuestros tejidos blandos. El líquido extracelular, o intersticial, es el que permite el intercambio de nutrientes con la célula: la sangre cede nutrientes al líquido intersticial, el líquido intersticial nutre la célula y la célula vierte sus desechos metabólicos al mismo entorno. Posteriormente este líquido es recogido por conductos llamados vasos linfáticos, donde el líquido portador de los desechos recibe el nombre de linfa.

Los vasos linfáticos recorren nuestro cuerpo en un circuito muy parecido al circuito venoso. El movimiento de la linfa es estimulado mayoritariamente por la contracción muscular y por la existencia de válvulas, que impiden el flujo hacia atrás. En algunos puntos del circuito linfático encontramos los nódulos linfáticos, pequeños acúmulos de tejido fundamentales para el sistema inmune. Finalmente, la linfa es volcada en el circuito venoso en las venas subclavias.

Este circuito linfático es continuo, ya que el bombeo de sangre y la generación de linfa nunca se detienen. Si por algún motivo la linfa se ve atrapada en los tejidos, aparecerá la condición que denominamos linfedema.

¿Por qué aparece el linfedema?

Hay muchos factores detrás de la aparición de un linfedema pero, básicamente, aparece cuando hay algún problema en el sistema circulatorio de la linfa que permite la retención de líquido a nivel de tejido. Entre ellos encontramos:

• Cirugía de los nódulos linfáticos. Esto puede generar un cambio en el circuito linfático, dificultando el drenaje de líquido.
• Cáncer. Las células multiplicadas sin control pueden generar un bloqueo del sistema linfático, reteniendo líquido en los tejidos.
• Infecciones. Parte de la batalla contra las infecciones se da en los nódulos linfáticos; una inflamación excesiva de un nódulo puede llegar a bloquear el circuito linfático, causando edema.
• Ciertos medicamentos. Algunos medicamentos tienen como efecto adverso la aparición de linfedema. Entre ellos encontramos el amlodipino, verapamilo, pioglitazona y medicamentos utilizados en quimioterapia.
• Enfermedades causadas por parásitos. Por ejemplo, en el caso de la filariasis los parásitos adultos viven en el sistema linfático y llegan a bloquear el flujo del líquido.

Dependiendo la causa será el tratamiento y la posibilidad de que desaparezca o se controle.

¿Cómo tratar el linfedema?

Para empezar, es importante señalar que el linfedema no responde a diuréticos. ¿Por qué? Porque los diuréticos actúan a nivel de riñón estimulando la creación de orina pero aquí el problema es otro: el líquido está atrapado en el cuerpo y no llega al riñón. Tampoco hay medicamentos autorizados para tratar el linfedema, ya que no se han encontrado medicamentos que ayuden a resolverlo. Hoy en día el linfedema se puede atacar por dos lados:

• Tratar la causa, en los pocos casos que es posible. El típico caso es una enfermedad parasitaria: tratando el parásito desaparece la inflamación. Pero en la mayoría de los casos el linfedema no tiene cura.
• Facilitar el drenaje de líquidos. Entran aquí los masajes drenantes, los vendajes compresivos y algunas cirugías específicas. Cada caso es diferente, de ahí que el médico sea el que guía este proceso.

¿Qué puedo hacer para evitar complicaciones?

Las complicaciones asociadas al linfedema pueden afectar mucho la vida del paciente. La piel tirante facilita la aparición de heridas y úlceras potencialmente crónicas, la pierna hinchada puede dificultar el equilibrio y facilitar accidentes… es importante entonces poner en marcha medidas para que el linfedema no dificulte la vida del paciente. Entre estas medidas contamos con:

• Ejercicio adaptado a las posibilidades de la persona. El líquido fluye mejor con el movimiento muscular, de ahí la importancia del ejercicio y del movimiento de la extremidad afectada.
• Cuidar la piel. Mantener la piel limpia, bien hidratada y revisarla regularmente en busca de heridas evitará que aparezcan úlceras.
• Alimentarse correctamente. Por ejemplo, los ultraprocesados son ricos en sal y azúcar, alimentos que favorecen la retención de líquido. Evitar los ultraprocesados en favor de una dieta más rica en productos frescos puede ser de ayuda para controlar el linfedema.

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