La respuesta es clara y contundente: no, no todos los solares son iguales. Podríamos pensar que si el factor de protección es el mismo no hay diferencias entre dos solares, pero hay un mundo enorme más allá del factor solar declarado. Las diferentes formulaciones abren un abanico de opciones para que encuentres la protección solar que más se adecúe a tus necesidades. Te contamos algunas cosillas sobre la formulación de solares para que sepas qué diferencias puedes encontrar en el mercado.
Sin entrar en detalles químicos excesivos, podríamos decir que los productos de protección solar combinan un vehículo que puede ser una crema, un gel, o un spray, con filtros químicos o físicos que de alguna manera evitan que el sol interactúe con nuestra piel.
Podemos separarlos en dos grandes tipos. Los filtros químicos son moléculas de síntesis con una estructura tal que pueden absorber la radiación solar y devolverla como energía que no daña nuestro ADN, mientras que los filtros físicos son partículas que reflejan la luz: ambos mecanismos, por separado o interactuando juntos en el mismo producto, son los responsables de la fotoprotección. Los filtros químicos permiten jugar más con las texturas (los físicos dan productos más espesos y que “dejan más blanco”) y los filtros físicos son más aptos para pieles delicadas.
Aquí es donde la farmacia brilla por su oferta. Los vehículos de los fotoprotectores son, además de “la crema donde pusimos los filtros”, un producto de tratamiento que se adapta a las necesidades de la persona que lo compra. Por ejemplo, se formulan con activos como estos:
También pueden cambiar las texturas, para adaptarlas a las diferentes preferencias y necesidades:
¡Y hay más propiedades diferentes! También pueden formularse sin perfumes o con menos conservantes para las pieles más sensibles, pero eso suele requerir pensar bien cómo se envasa el producto: pocos conservantes implica que no puedes “meter la mano en un tarro” y contaminar el solar cada vez que lo utilizas. Por eso verás que los envases cambian, pues se adaptan a las necesidades de la formulación.
Fácil: porque las diferentes personas tenemos diferentes necesidades. Por ejemplo:
Cada una de estas situaciones se puede beneficiar de un solar específico, pero solo son ejemplos; hemos visto más casos en nuestra práctica profesional. Isdin, por ejemplo, es el líder absoluto en creación de texturas novedosas; tiene prácticamente una presentación para cada necesidad que se te pueda ocurrir, desde spray hasta crema, pasando por bruma o polvo, con o sin color. Heliocare es otro líder; su tecnología Fernblock® ofrece una protección muy completa que va más allá de la luz UV, protegiendo contra luz visible, infrarrojo, y permitiendo la reparación de posible daño solar… ¡Hay de todo! Y si tienes dudas a la hora de escoger un protector solar para ti o tu familia, tu farmacéutico de confianza puede ayudarte a seleccionar lo que mejor se adapte a tus necesidades.
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