Las pastillas de yodo están hechas de una sustancia llamada yoduro de potasio. Es un medicamento que se utiliza cuando hay riesgo de carencia de yodo (tanto por aumento de la demanda como por baja disponibilidad del yodo en la dieta). También se utiliza para evitar problemas tiroideos asociados a un exceso de radiación ambiental.
¿Cómo funciona el tratamiento anti radiación con yodo? ¡Te lo explicamos en este artículo!
El yodo es utilizado por la glándula tiroides en forma de yoduro para sintetizar hormonas tiroideas. La glándula tiroides capta el yodo desde el torrente sanguíneo y lo añade a una estructura proteica compleja para dar lugar a las hormonas tiroideas triiodotironina (T3) y tetrayodotironina (T4). Estas hormonas se sintetizan, almacenan y liberan a medida que el cuerpo necesita que haya más T3 y T4 libres en el cuerpo. Este proceso es normal y fisiológico; el problema es que el cuerpo no sabe diferenciar el yodo estable del yodo radiactivo y puede incorporar el yodo radiactivo a las hormonas tiroideas. El yodo radiactivo es capaz de liberar energía cuando está almacenado en la tiroides, aumentando la probabilidad de sufrir cáncer de tiroides.
Cuando el accidente nuclear de Chernobil liberó a la atmósfera yodo radiactivo, muchas personas de Ucrania, Bielorusia y la Federación Rusa sufrieron la incorporación de yodo radiactivo a sus hormonas. La radiactividad del yodo actuando en el interior de la glándula favoreció la aparición de cáncer tiroideo, particularmente en el caso de los niños.
Los medicamentos con yodo suelen utilizarse durante el embarazo, cuando la demanda de yodo aumenta y queremos asegurar que el bebé obtenga todo el yodo que necesita. Usualmente hablamos de dosis diarias de 100-300 microgramos de yoduro de potasio (0,1-0,3 miligramos).
La dosis utilizada para luchar contra el yodo radiactivo es muy diferente: hasta 130 miligramos de yodo, no mucho más tarde del comienzo de la exposición. En forma de yoduro o yodato de potasio (una sal que el cuerpo transforma en yoduro). Los medicamentos y los suplementos de yodo no son adecuados para luchar contra el yodo radiactivo, ya que la dosis es hasta 100 veces menor de la necesaria.
Es importante recalcar que;
Las pastillas de yodo solamente pueden prevenir el daño que está asociado al aumento de yodo radiactivo.
No puede curar todos los problemas asociados a la radiación ambiental: no cura quemaduras, no cura problemas por exposición a radiación alfa, beta o gamma, ni cura problemas por exposición a otros elementos radiactivos de la tabla periódica. Es más: si el problema de contaminación radiactiva a considerar no liberó yodo radiactivo, el yoduro de potasio no tendrá ninguna utilidad.
Si el yodo radiactivo logra entrar al cuerpo a través de la inhalación de aire contaminado, del agua o de los alimentos, la tiroides puede captarlo e incorporarlo a las hormonas tiroideas. Pero si a una tiroides expuesta a yodo radiactivo la saturamos de yodo no radiactivo, es decir, le ofrecemos mucho más yodo del que es capaz de captar, la probabilidad de que capte yodo radiactivo baja. Además, existe un fenómeno de bloqueo: si se expone a mucho yodo, la tiroides dice “basta” y no absorbe más, intentando trabajar con lo que tiene almacenado. Entre la probabilidad y el bloqueo, el yodo radiactivo no ingresa a la tiroides y el cuerpo lo elimina, disminuyendo el riesgo de cáncer tiroideo.
Esta estrategia funciona: cuando el accidente de la planta nuclear de Chernóbil, Polonia administró a sus niños pastillas de yodo luego del accidente. Los niños polacos desarrollaron menos cáncer de tiroides que los niños de las zonas en las que no se utilizó el yodo de forma preventiva.
Pero cuidado, esta práctica no es inocua: tiene efectos adversos.
El bloqueo tiroideo puede derivar en hipotiroidismo o hipertiroidismo transitorio; usualmente la tiroides vuelve a su funcionamiento normal sin más intervención que dejar pasar el tiempo. Las personas con sensibilidad al yodo pueden presentar reacciones cutáneas molestas o inflamación de las glándulas salivales.
Administrada a tiempo, la terapia con pastillas de yodo es muy beneficiosa. Usualmente con una única ingesta es suficiente, dado que los planes de evacuación y contención del daño evitan más riesgos a la persona expuesta a la radiación. Pero cuidado: si se administra pasadas 24 horas luego de la exposición al yodo radiactivo la terapia de bloqueo puede ser muy dañina, ya que fuerza un bloqueo tiroideo con el yodo radiactivo ya almacenado en la tiroides.
De ahí que los medicamentos para realizar un bloqueo tiroideo no se compren en la farmacia, sino que están controlados por planes de emergencia; por ejemplo, las centrales nucleares tienen reservas para repartir rápidamente entre las poblaciones del entorno si hubiera una fuga.
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