Entrevista a Ferran Morell, neumólogo

Prestigioso neumólogo en el ámbito asistencial, el doctor Ferran Morell ha sido jefe del Servicio del Hospital Universitario Vall de Hebrón de Barcelona y organizador del primer trasplante de pulmón con éxito del Estado. Como investigador ha escrito más de 300 publicaciones en revistas científicas. En el ámbito docente es catedrático (emérito) de la Universitat Autònoma de Barcelona. Más información a: www.drferranmorell.com

¿Cómo podemos diferenciar una gripe de un resfriado?

Este diagnóstico diferencial es muy importante, puesto que una gran parte de la población confunde un simple resfriado, que es una afección puramente nasal producida por rinovirus, con la gripe, que es un cuadro clínico de iniciación más bien brusco con escalofríos, dolor de cabeza, deterioro general, dolor muscular y fiebre alta de 38- 39,5°. Posteriormente, pueden añadirse síntomas respiratorios como por ejemplo tos y escasa expectoración. La gripe suele ser un cuadro clínico benigno, pero ocasionalmente vemos pacientes ingresados a cuidados intensivos con un distrés que se acompaña de insuficiencia respiratoria de pronóstico a veces muy grave.

¿Tendríamos que vacunarnos en invierno para prevenir la gripe?

Por todo lo que se ha dicho antes está claro que tenemos que vacunarnos y hacerlo unas semanas antes de que aparezca el virus, es decir, en otoño. No es una vacuna sistemática, sino que se recomienda a los pacientes con dolencias crónicas, también a aquellas personas que quieran reducir el riesgo de enfermar por gripe y, por supuesto, se tienen que vacunar las personas que trabajan en servicios de la comunidad: enfermeras, médicos, maestros, etc. Se tiene que saber que, a veces, la vacuna reproduce algunos síntomas de la misma enfermedad de base, léase asma o agudización de una bronquitis (EPOC), los cuales son causados por una hipersensibilidad a las proteínas del huevo que están presentes en la composición de la misma vacuna. En este caso no se tiene que repetir la vacunación los años siguientes.

¿Es el mismo una neumonía que una pulmonía?

Sí, son sinónimos. La neumonía es un cuadro clínico que cursa con fiebre alta y dolor en el costado que aumenta con los movimientos respiratorios. Se tiene que diagnosticar con la auscultación y una radiografía y se tiene que tratar rápidamente con antibióticos. La gran mayoría no necesita ingreso y son las llamadas neumonías extrahospitalarias. En todo caso, todavía se comprueba una mortalidad del alrededor del 4% en neumonías. En nuestros días se recomienda la vacuna antineumocócica en las personas con dolencias crónicas e incluso en toda la población más grande de 65 años.

¿Qué son las bronquitis y como se tienen que tratar?

Son infecciones y/o inflamaciones de la mucosa que taponan el interior de aquellos conductos que denominamos bronquios. El asma misma es una inflamación crónica de esta mucosa, que secundariamente puede condicionar broncoespasmo con sibilantes (silbatos), etc. La EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) es también una inflamación crónica de esta mucosa producida en el 80-90% de los casos por el hábito tabáquico y que cursa con tos, expectoración y a la larga disnea (ahogamiento) cuando se anda. En mi práctica, acostumbro a diagnosticar con cierta frecuencia a muchos pacientes etiquetados (a veces desde hace muchos años) de asma o EPOC, de bronquiectasia (bronquios dilatados, con defectos de sus mucosas), que es una inflamación de estos bronquios, el tratamiento de la cual es muy efectivo y diferente del que se administra al asma o EPOC.

¿Cómo podemos cuidar de nuestro sistema respiratorio?

Lo principal es evitar los resfriados. Esto se consigue evitando tanto como sea posible el contacto con las personas resfriadas. Especialmente, hay que lavarse las manos un buen rato si hemos dado la mano o tocado individuos constipados. También tenemos que evitar tanto como sea posible las aglomeraciones, especialmente en los espacios cerrados como por ejemplo cines, aviones, autobuses, etc., donde por lógica hay personas enfriadas. Los tratamientos o dietas a base de vitamina C, tan divulgados, no han demostrado efectividad en los estudios llamados controlados (es decir, unos individuos tratados con vitamina C y otros, no o con una dieta rica en esta vitamina, estos individuos sirven de control).

¿Podemos tomar algún producto para cuidarnos?

Se ha visto que la vitamina A protege los epitelios. Quizás se puede recomendar un polivitamínico para aquellos individuos que no hagan una dieta variada. La rinitis se tiene que tratar con inhaladores nasales que contengan antihistamínicos, soluciones hipertónicas, corticosteroides y/o vasoconstrictores. Algunas personas prefieren combinaciones orales con antihistamínicos y paracetamol.