Salud

El ácido sulfúrico

El ácido sulfúrico es una molécula compuesta de hidrógeno, azufre y oxígeno. Su fórmula es H2SO4 que se tratan de dos moléculas de hidrógeno que se unen con una de azufre y cuatro de oxígeno para formar un compuesto muy ácido, altamente corrosivo y muy necesario para varias aplicaciones industriales.

Tan necesario es, que el desarrollo industrial de un país se puede medir en su consumo: cuanto más ácido sulfúrico utiliza, más industrializado está el país en cuestión. Te contamos para qué se utiliza y por qué hay que tener cuidado con este ácido.

¿Qué es exactamente el ácido sulfúrico?

El ácido sulfúrico es un líquido aceitoso y viscoso, sin color ni olor. Históricamente se le llamó aceite de vitriolo:  los vitriolos eran minerales que hoy sabemos que contienen azufre y, al trabajarlos de la manera adecuada, daban origen al ácido sulfúrico.  Hoy en día encontramos en el mercado ácido sulfúrico obtenido de manera industrial de diferentes grados de pureza, desde casi puro (98%) hasta muy diluido. Trabajarlo cuando está en estado puro o muy concentrado requiere precauciones, ya que es altamente corrosivo y al mezclarlo con agua de la manera equivocada puede causar salpicaduras espontáneas y emisiones de vapor.

¿Para qué se utiliza el ácido sulfúrico?

Este ácido es importante en muchas áreas, pues es parte de las reacciones químicas que dan lugar a:

  • Fertilizantes.
  • Otros ácidos, como el ácido nítrico o clorhídrico.
  • Medicamentos.
  • Extracción de metales (minería).
  • Productos de la industria petroquímica.
  • Baterías. Se sumergen los electrodos de la batería en este ácido, permitiendo la conducción eléctrica.
  • Detergentes. Los detergentes que incluyen “sulfato” en su nombre.
  • Cosméticos. El ácido sulfúrico es fundamental en la producción de pigmentos, detergentes y  otras moléculas presentes en cosméticos.

Y un largo etcétera… sin el ácido sulfúrico el mundo sería diferente a como lo conocemos ahora.

¿Por qué es tan peligroso para nosotros?

El ácido sulfúrico tiene fama de “peligroso”. Esto es porque puede reaccionar de muchas maneras con la materia de nuestro organismo:

  • Es muy afín al agua, con lo que es capaz de deshidratar muchos materiales que contienen agua (recordemos que nuestros tejidos son ricos en agua).
  • Las reacciones entre el ácido sulfúrico y el agua liberan mucho calor, pudiendo llegar a causar incendios y quemaduras si no se realizan de forma controlada.
  • El ácido reacciona con nuestras moléculas y las transforma de forma irreversible, impidiendo su correcta función. Por ejemplo, las proteínas se desnaturalizan (cambian su estructura en el espacio, se rompen, etc) y las grasas se saponifican (se convierten en jabón) con lo que el tejido que queda es completamente diferente al tejido de partida.

Cuando este entra en contacto con nuestros tejidos causa alteraciones a través de los tres mecanismos mencionados, alteraciones que dependen de la concentración del ácido, de las zonas expuestas y del tiempo de contacto del ácido con nuestros tejidos. Las formas más diluidas “pican un poco” y puede que dejen una pequeña lesión si no las retiramos con rapidez, pero las formas concentradas pueden causar úlceras o daño permanente. Cuanto más concentrado está el ácido, más peligroso resulta y con más precauciones hay que trabajarlo.

Puedes consultar más sobre los mitos y realidades de ácidos y álcalis en este enlace.

Artículo redactado por:
Lorena Crosa
Lorena Crosa

Lorena Crosa es licenciada en Química y Farmacia en la Universidad de la República (2000 – 2004). Se ha formado como profesora técnica de Química en el Instituto Normal de Educación Técnica (2004-2005). Cuenta con estudios de postgrado en Ciencias en la Universidad Camilo José Cela (2009) y posteriormente ha realizado un segundo grado de carrera de Farmacia en la Universidad de Barcelona (2010 – 2013).

Su experiencia laboral se ha centrado en el campo de la ciencia, dentro de hospitales como científica de laboratorios clínicos (2005 – 2007), así como docente de educación química en distintas universidades como el CEPRODIH y la Universidad de la República.

Tras licenciarse en su segunda carrera de Farmacia, centró su experiencia en las oficinas de farmacia, además de trabajar como consultora técnica en empresas de la industria farmacéutica.

En Farmacias Ecoceutics, Lorena Crosa ha sido un miembro activo y de gran valor desde 2018 hasta la actualidad, siendo la responsable de contenidos de la empresa haciendo uso de su expertise.

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