El omeprazol, mal llamado “protector de estómago”, es una de las moléculas más recetadas del Sistema Nacional de Salud. La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) calculó que cada día de los 365 del año 2021, 102 de cada 1000 españoles estaban tomando 20 mg de omeprazol.
Pero ¿qué efectos secundarios tiene el omeprazol si se utiliza a largo plazo? ¿Qué efecto puede tener específicamente en los huesos? ¿Es verdad que el uso de omeprazol aumenta el riesgo de fracturas? Analizamos estas y otras cuestiones referidas al omeprazol en este artículo.
¿Qué es exactamente el omeprazol?
El omeprazol es una molécula que pertenece a la familia de los inhibidores de la bomba de protones. La bomba de protones es una molécula muy grande que está presente en el tejido estomacal y regula la liberación del ácido clorhídrico en el estómago. El omeprazol es capaz de unirse a esta estructura, bloquearla e impedir la liberación de ácido a nivel estomacal. Esto puede resultar de interés en más de una situación:
- Facilitar la curación de úlceras estomacales o intestinales.
- Prevenir la formación de úlceras cuando se utilizan antiinflamatorios
- Facilitar la erradicación de la bacteria Helicobacter pylori, junto con los antibióticos adecuados.
- Abordar la inflamación del esófago causada por el reflujo (hablamos más del reflujo gastroesofágico en este artículo).
Algunos de estos usos se alargan más en el tiempo que otros; es el médico el que indica cuánto tiempo debe usarse.
¿Por qué se utiliza el omeprazol de forma crónica?
El tiempo de uso de omeprazol varía mucho de paciente a paciente. Una erradicación de H.pylori puede realizarse a lo largo de pocas semanas, pero la curación de una úlcera puede requerir un uso más sostenido en el tiempo.
También puede requerirse un tiempo de uso más largo cuando utilizamos medicamentos de forma crónica que aumentan el riesgo de úlceras estomacales. Un típico ejemplo son los pacientes que han sufrido un ictus o un infarto y tienen que utilizar medicamentos antitrombóticos durante años. Los antitrombóticos evitan la coagulación de la sangre, algo muy útil si ha habido un infarto, pero también muy complicado si aparece algún sangrado estomacal. Por prudencia se añade omeprazol o pantoprazol a los pacientes que toman estos medicamentos… y como este ejemplo podríamos encontrar muchos más.
Si tienes omeprazol pautado de forma crónica en tu receta y no tienes claro por qué te lo dan, puedes preguntar en tu farmacia de confianza, que allí podrán ayudarte a entender por qué te lo han pautado.
¿Qué riesgos conlleva el uso de omeprazol a largo plazo?
El omeprazol a corto plazo (entendiendo corto plazo como un máximo de dos semanas de uso continuado, hasta tres ocasiones al año) se considera seguro. Ahora bien, a largo plazo (un año o más) se ha asociado el uso de omeprazol con los siguientes problemas de salud:
- Hipomagnesemia grave. El uso sostenido de omeprazol y otros inhibidores de la bomba de protones se ha asociado a un descenso importante de los niveles de magnesio, que conlleva a su vez un descenso importante del calcio. La hipocalcemia puede llevar a problemas musculares serios (tetania) así como convulsiones y problemas cardíacos (taquicardia ventricular).
- Anemia. El hierro y la vitamina B12, ambos fundamentales para la síntesis de glóbulos rojos funcionales, dependen de que el contenido estomacal sea lo suficientemente ácido para permitir su absorción. El uso continuado por largos períodos de tiempo de omeprazol u otros inhibidores de la bomba de protones está asociado con la aparición de anemia por malabsorción de estos nutrientes.
- Nefritis intersticial. El uso continuado de omeprazol puede desencadenar una nefritis intersticial, un problema renal que puede evolucionar a insuficiencia renal terminal y hemodiálisis.
- Aumento de infecciones del tracto digestivo. El ácido estomacal tiene un efecto bactericida (pocos seres vivos toleran la acidez estomacal). El omeprazol disminuye esta protección, de ahí que su uso continuado se asocie con el aumento de infecciones digestivas, particularmente las causadas por bacterias de los géneros Salmonella y
- Aumento del riesgo de fracturas. Un riesgo conocido desde el año 2011. El uso continuado de omeprazol se asoció ese año a un mayor riesgo de fracturas de la cadera, la muñeca y las vértebras. Se ha continuado ese estudio a lo largo del tiempo, y varias revisiones se han publicado en los últimos años, con diversos resultados.
Analizaremos este último en más profundidad.
¿Cuál es el riesgo del uso continuado de omeprazol para los huesos?
En el año 2011, varios estudios encontraron una asociación entre el uso a largo plazo de omeprazol (más de un año) y el aumento de fracturas en mujeres post-menopáusicas y hombres mayores. Hablamos de asociación y no de relación causal porque no todos los estudios han encontrado los mismos hallazgos, ni todos se han hecho con el rigor necesario para determinar una relación causa-efecto. Algunas posibles razones para esta asociación podrían ser:
- Menor absorción de calcio y magnesio. El calcio, un componente fundamental de los huesos, depende fuertemente de la acidez estomacal. Cambios en la acidez implican una peor absorción de calcio. El magnesio también participa en el metabolismo de la vitamina D, fundamental para la formación correcta de huesos.
- Aumento de la hormona paratiroidea. El descenso del pH estomacal causado por el omeprazol hiperestimula la producción de histamina. La histamina, además de causar los síntomas de las alergias, también estimula la producción de ácido estomacal y la síntesis de hormona paratiroidea. Y la hormona paratiroidea estimula la remodelación de los huesos, permitiendo que vuelquen su calcio a la sangre. Así, a través de una cadena iniciada por el omeprazol y mediada por la histamina, los huesos se volverían más frágiles.
- Menor absorción de vitamina B12. La vitamina B12 es otro nutriente que requiere de la acidez estomacal para absorberse correctamente. Si falta vitamina B12 pueden aparecer problemas de visión y adormecimiento de extremidades, síntomas que facilitan que una persona se caiga… y las caídas pueden tener como consecuencia una fractura de huesos.
Las fracturas se han estudiado en varias partes del cuerpo: cadera, fémur, muñeca, vértebras, etc. Hay estudios que han relacionado fracturas en varias partes del organismo con el consumo a largo plazo de omeprazol y otros inhibidores de la bomba de protones. Aunque la evidencia hoy no puede afirmar que habrá problemas sí o sí, tampoco puede asegurarse que no habrá problemas con el uso de omeprazol a largo plazo. Con la evidencia de la que hoy disponemos, el omeprazol debe tomarse de forma crónica solo cuando los beneficios superen a los posibles daños.
El médico me ha recetado omeprazol crónico, ¿debo dejar de tomarlo?
Definitivamente NO. Una medicación que te ha recetado el médico no deberías dejarla por tu cuenta; si te preocupan los efectos adversos de un medicamento, háblalo con tu médico o con tu farmacéutico de confianza, que somos especialistas del medicamento y conocemos bien los efectos adversos que pueden causar. El omeprazol es un medicamento muy útil y puede que esté ofreciéndote una protección frente a un riesgo mucho más real que el posible daño óseo que puedas sufrir. Ahora bien, lo que tampoco recomendamos es que, por tu cuenta y voluntad, utilices el omeprazol de forma continuada, por los riesgos antes mencionados.
Pero el omeprazol protege el estómago….
La fama de “protector de estómago” del omeprazol ha llevado a que se sobreutilice, hasta el punto de que muchos pacientes lo utilizan cuando toman cualquier combinación de medicamentos, sean estos medicamentos agresivos con el estómago o no lo sean. Total, el omeprazol protege el estómago y nunca sobra, ¿verdad? Pues no, ni el omeprazol es tan inofensivo como podríamos pensar, ni todos los medicamentos lesionan el estómago.
Si te tomas diez medicamentos, y ninguno es gastrolesivo y no hay problemas estomacales previos, el estómago no necesita ser protegido y el omeprazol no será necesario.
Si crees que necesitas omeprazol de forma crónica, habla con tu médico o con tu farmacéutico de confianza antes de comprarlo por tu cuenta: los farmacéuticos estamos para ayudarte a tomar la medicación que sí necesitas, pero también para que evites los riesgos de la medicación que no necesitas.
Bibliografía
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7822697/
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1889-836X2015000400001
Lorena Crosa es licenciada en Química y Farmacia en la Universidad de la República (2000 – 2004). Se ha formado como profesora técnica de Química en el Instituto Normal de Educación Técnica (2004-2005). Cuenta con estudios de postgrado en Ciencias en la Universidad Camilo José Cela (2009) y posteriormente ha realizado un segundo grado de carrera de Farmacia en la Universidad de Barcelona (2010 – 2013).
Su experiencia laboral se ha centrado en el campo de la ciencia, dentro de hospitales como científica de laboratorios clínicos (2005 – 2007), así como docente de educación química en distintas universidades como el CEPRODIH y la Universidad de la República.
Tras licenciarse en su segunda carrera de Farmacia, centró su experiencia en las oficinas de farmacia, además de trabajar como consultora técnica en empresas de la industria farmacéutica.
En Farmacias Ecoceutics, Lorena Crosa ha sido un miembro activo y de gran valor desde 2018 hasta la actualidad, siendo la responsable de contenidos de la empresa haciendo uso de su expertise.