El dolor de cabeza es el término que se utiliza para definir a un dolor persistente que se produce en la zona de la cabeza, pudiendo incluir la frente, la nuca, e incluso el cuello. El dolor de cabeza es un malestar muy frecuente, tanto que se calcula que hasta un 90% de la población ha sufrido uno durante el último año. El dolor de cabeza puede tener varios orígenes pero no se producen en el cerebro o en el cráneo, pues estas dos estructuras no tienen sensibilidad alguna. Hay varias causas para el dolor de cabeza, dependiendo del tipo que sufras; las más comunes son el estrés, el cansancio, la falta de sueño, cambios en los niveles de estrógeno en la mujer, rebote por medicamentos, y algunas otras, pero en algunos casos es importante mirar si hay otros síntomas que indiquen un problema médico más severo que requiere atención médica.
El dolor de cabeza se puede clasificar según su origen en:
El origen puede orientar el tratamiento, ya que no será lo mismo tratar el dolor de cabeza que viene a causa de una gripe que una migraña; ambos casos requerirán distintos medicamentos y distintas medidas higiénico-dietéticas. Además, según la localización y tipo de dolor podemos hablar de varios tipos de dolores de cabeza primarios. La lista es variada y llega a casi 300 tipos de cefaleas diferentes, así que nos centraremos en aquellos que vemos usualmente en la oficina de farmacia.
El dolor aparece como un dolor suave a moderado, constante, a ambos lados de la cabeza. Incluso se describe como “una banda que aprieta alrededor de la cabeza” y no suele ir acompañado de otros síntomas, aunque puede haber un poco de náuseas (sólo un poco). Puede durar varias horas si no se toma medicación para calmarlo. Usualmente responde bien a analgésicos del tipo aspirina, ibuprofeno, o paracetamol, aunque pacientes que no reportan muchos resultados con estos analgésicos pueden mejorar con la combinación de estos analgésicos con cafeína.
Algunas personas sufren dolor de cabeza tensional ocasionalmente, pero otros la sufren con una frecuencia tal que se les diagnostica cefalea tensional crónica; si estás incluido en estos últimos casos es importante controlar los factores que inicial el dolor de cabeza (estrés, ansiedad, etc.) para evitar la sobremedicación. Cada paciente es diferente, pero algunos disparadores comunes de la cefalea tensional son el estrés, la falta de sueño, el hambre, el cambio de clima, la falta de cafeína cuando estás acostumbrado a ella, y el glutamato monosódico, a veces actuando por separado y a veces en combinación de dos o más factores.
En casos de cefalea tensional frecuente tu médico puede considerar prescribirte medicación preventiva, para evitar que aparezca el dolor y para que no tengas que utilizar tantos analgésicos.
La migraña es un dolor moderado a severo, pulsátil, que suele ir acompañado de náuseas y sensibilidad a la luz y al sonido. El dolor se puede localizar en las sienes, ojos, y en algunos casos también en parte posterior de la cabeza. Frecuentemente aparecen de un solo lado de la cara, aunque puede aparecer en los dos. Algunos tipos de migrañas cursan con aura, una molestia visual que precede al dolor y “avisa” que viene una migraña. Sin mediación, un ataque de migraña puede durar uno o más días. Las migrañas también pueden aparecer por factores ambientales, de acuerdo al momento del ciclo menstrual, factores de la dieta, tensión… es importante identificarlos para poder trabajar sobre esos factores en la medida de lo posible.
Las migrañas pueden tratarse con analgésicos de tipo ibuprofeno, paracetamol o naproxeno, pero estas moléculas suelen funcionar mejor en migrañas leves. Para las migrañas intensas los medicamentos de elección son los triptanos (sumatriptán, eletriptán, rizatriptan) aunque hay quien responde bien a la dihidroergotamina. También existe medicación preventiva para las personas que sufren migraña con frecuencia. Dependiendo del tipo de migraña, la frecuencia de aparición, tu historial clínico y tu perfil de migraña el médico te recomendará los medicamentos que mejor se adapten a tu migraña.
Es un tipo de cefalea en el que el dolor aparece de un lado solo. Las crisis usualmente duran pocas horas pero son muy intensas y dolorosas, llegando a despertar al paciente si se dan en medio de la noche. Los ataques de dolor de cabeza pueden ocurrir varias veces al día, y suelen aparecer durante una temporada de semanas o meses para luego no aparecer durante un tiempo largo, incluso años. Pueden cursar también con enrojecimiento ocular, goteo nasal y lagrimeo del lado afectado por el dolor. Los medicamentos utilizados para tratar este tipo de cefalea pueden ser los mismos que en el caso de la migraña, pero el patrón de uso dependerá de la frecuencia de las cefaleas, la longitud de los brotes, y la respuesta que tenga tu cuerpo a los medicamentos.
En los huesos de la cara existen unos “huecos” llenos de aire llamados senos paranasales, ubicados aproximadamente en la zona de las mejillas y la frente, que están relacionados con la respiración y con la voz. Cuando hay congestión nasal la mucosa de los senos paranasales se inflama y el fluido genera presión, causando una sensación que se puede describir como dolor, presión e incluso hinchazón que se extiende desde las mejillas hasta las cejas, la frente o las muelas. El dolor se acompaña de congestión nasal y puede empeorar al inclinarse hacia adelante o recostarse. Puede estar en los dos lados de la cara o en uno solo, y nunca cursa con aura ni con sensibilidad a la luz o al ruido.
La sola presencia de este dolor no implica que necesites antibióticos, aunque el resto del cuadro que presentes sí que puede indicar que los necesitas. El dolor responde bien al uso de analgésicos y al lavado de las cavidades con suero fisiológico o con agua de mar. El uso de antigripales también puede ayudar, ya que cortan la secreción nasal disminuyendo la presión; dependiendo de tu cuadro general tu farmacéutico de confianza puede indicarte un analgésico, un antigripal, un spray nasal, o puede derivarte al médico si lo considera conveniente.
Usualmente los dolores de cabeza son sólo una molestia que se pasa con medicación y no son indicativos de algo más grave. Pero hay casos que pueden requerir atención médica, ya que pueden existir debido a condiciones más severas. Consulta con el médico por tu dolor de cabeza rápidamente en estos casos:
También es importante consultar con un médico si el dolor de cabeza aparece con tanta frecuencia que comienza a interrumpir tu rutina diaria, básicamente por dos motivos. El primero consiste en tener un diagnóstico adecuado de tu dolor de cabeza, de manera de obtener el mejor tratamiento para ti: utilizar el analgésico adecuado y la medicación preventiva (si hace falta) que mejor se ajusta a tus necesidades te permitirá tener una buena calidad de vida y cuidar adecuadamente de tu salud. El segundo motivo es que el exceso de medicación analgésica puede ser problemática también, ya que puede aparecer el “dolor de cabeza de rebote”: durante un episodio de dolor de cabeza el paciente afectado se toma un analgésico, pero en vez de desaparecer el dolor, al pasar el efecto del medicamento el dolor retorna. Esto a su vez es un estímulo para tomar más medicación, con lo que cuesta mucho romper el ciclo. Consulta con el médico cuando ves que estás tomando analgésicos de forma bastante más frecuente que lo habitual, pues aunque el dolor de cabeza se te vaya, evitarás que a largo plazo aparezca el dolor de cabeza de rebote.
Hay productos naturales que han mostrado, en algunos estudios, cierta capacidad para aliviar algunos dolores de cabeza. Las investigaciones realizadas no se han hecho con grandes números de pacientes, por lo que no se puede afirmar con seguridad que son una opción terapéutica comparable a la de los analgésicos de síntesis. Pero sí han mostrado resultados prometedores, por lo que te lo comentamos para que los conozcas y para que valores con algún profesional de la salud la utilidad que puedan tener para ti.
El aceite esencial de lavanda inhalado es de utilidad para algunas personas que sufren migrañas, mientras que se cree que podría ayudar con los dolores de cabeza tensionales por sus propiedades relajantes. El aceite esencial de menta podría aliviar algunos dolores de cabeza tensionales cuando se frota en las sienes, diluido en algún vehículo, y en la farmacia se comercializan preparados para este fin. El aceite esencial de eucaliptus puede servir para aliviar el dolor de cabeza de origen sinusal, ya que posee un cierto poder descongestionante.
Finalmente, algunos extractos de matricaria (Tanacetum parthenium, no confundir con la manzanilla) han demostrado ser capaces de prevenir la migraña en algunos pacientes.
Si sufres de dolores de cabeza con frecuencia es fundamental que busques en tu rutina qué puede estar asociado a la aparición del dolor, para poder evitar esos factores que facilitan los dolores de cabeza. Cuando el dolor se asocia al estrés existen técnicas de relajación que pueden ayudarte a bajar la tensión. También es importante asegurar una buena nutrición, con alimentos variados y comidas regulares, ya que la carencia de magnesio o de vitaminas B puede asociarse al dolor de cabeza. El ejercicio también ayuda, ya que una buena rutina de ejercicio y sueño regular mejoran la salud y bajan el estrés. Implementar todas estas estrategias te permitirá gozar de una mejor calidad de vida y disminuir el uso de medicación analgésica.
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