Salud

¿Cuál es el mejor método anticonceptivo?

La humanidad ha tratado de separar la sexualidad de la reproducción desde tiempos muy lejanos. Ya en el papiro de Ebers, un texto médico redactado alrededor de año 1500 a.C., se mencionaba un método anticonceptivo después de las relaciones sexuales (poco eficaz, cabe decir). El conocimiento médico y la tecnología ha evolucionado de tal forma que nos ofrece una sexualidad con la que nuestros antepasados soñarían: confiamos en la píldora anticonceptiva, el preservativo es de fácil acceso y, si todo falla, todavía contamos con la pastilla del día después.

Pero ¿es posible escoger un método anticonceptivo y decir que es “el mejor método»? ¿Qué hace que un método sea mejor que otro? En este artículo hablaremos de los métodos anticonceptivos disponibles hoy en día y de los factores que influyen en su elección.

¿Qué tipos de métodos anticonceptivos existen?

Los anticonceptivos de los que disponemos hoy en día han permitido separar, con un cierto nivel de éxito, la reproducción del disfrute de las relaciones sexuales. La gran revolución fue causada por las pastillas anticonceptivas y el DIU en la década de 1960: de hecho, pocos medicamentos han logrado impactar el rumbo de nuestra especie de la forma que lo hicieron las pastillas anticonceptivas. Hoy en día la tecnología ha avanzado un poco más y tenemos disponibles varios tipos de anticonceptivos muy efectivos, entre los que encontramos:

  • Métodos de barrera. Son métodos en los que una barrera física removible impide el encuentro entre espermatozoide y óvulo, evitando la concepción. También es el único método anticonceptivo que evita las infecciones o enfermedades de transmisión sexual (ITS/ ETS). Aquí encontramos al preservativo masculino, preservativo femenino, capuchón cervical o diafragma.
  • Métodos anticonceptivos hormonales. Son métodos que utilizan hormonas para evitar la ovulación. Pastillas, anillos vaginales, DIU hormonal (dispositivo intrauterino), inyecciones trimestrales… hay varias opciones con diferentes tipos de hormonas, pero en este momento solo se comercializan métodos dirigidos a mujeres. Hay investigación respecto a la anticoncepción hormonal masculina, pero aún no ha cristalizado en medicamentos comercializables. Los anticonceptivos hormonales requieren la intervención del médico, ya que la dispensación de los medicamentos anticonceptivos requiere una cuidadosa elección previa realizada conjuntamente por profesional médico y la paciente.
  • Anticonceptivos de emergencia. También llamada “pastilla del día después”, es útil para cuando ha habido algún problema con la anticoncepción regular, pero no es adecuada para relaciones sexuales planificadas. Hemos hablado más de este medicamento en nuestro artículo al respecto sobre la píldora del día después.
  • Esterilización. Consiste en realizar una intervención quirúrgica que crea una barrera física para evitar el Muchas veces esta barrera es irreversible, no siendo posible recuperar la fertilidad natural. En esta categoría encontramos la vasectomía masculina y la ligadura de trompas femeninas.
  • Métodos naturales. Encontramos aquí los métodos basados en la duración del ciclo menstrual y/o los cambios que se producen a lo largo del ciclo menstrual en la temperatura corporal o el moco cervical. Los días en los que hay cambios que indican fertilidad de la mujer son días para abstenerse de mantener relaciones sexuales, mientras que los días que son infértiles son días en los que se pueden mantener relaciones.

Ahora bien ¿cómo escoger entre todos ellos? Veamos qué factores pueden incidir en esta elección.

Mejor o peor método ¿según qué comparativa?

Existen distintos factores que pueden hacer que una pareja escoja uno u otro método anticonceptivo. Entre ellos encontramos:

  • Efectividad. La efectividad de un método anticonceptivo se mide según el índice de Pearl. Este índice indica el número de embarazos no deseados que se producen con un determinado método anticonceptivo cada cien mujeres en un año que utilizan habitualmente este método. Por ejemplo, si el índice de Pearl es de 12, eso significa que si cien mujeres usan ese método anticonceptivo a lo largo de un año, 12 quedarán embarazadas. La esterilización, el DIU hormonal y los implantes están entre los métodos más efectivos, con un índice de Pearl menor a 1. Le siguen los métodos hormonales con índices entre 6-10, y el preservativo masculino con un índice de 18. Los métodos naturales tienen un índice mayor a 24.
  • Los métodos esterilizantes son irreversibles, es decir, quien se ha sometido a una ligadura de trompas o a una vasectomía difícilmente podrá tener hijos en el futuro. Puede que estos métodos sean muy atractivos para quienes ya tienen hijos, pero quizás no lo sean tanto las personas que aún no han tenido hijos.
  • Accesibilidad. Poder acceder a un determinado método es fundamental para poder utilizarlo. Por ejemplo, es mucho más fácil encontrar preservativos masculinos que preservativos femeninos; si alguien quiere utilizar preservativos femeninos, tendrá que planificar la actividad sexual para asegurarse de comprarlos con unos días de antelación. Hemos visto casos también de personas jóvenes sexualmente activas que tienen los gastos o el acceso al médico relativamente supervisados por los padres y, como prefieren mantener su privacidad, descartan los gastos en la farmacia y prefieren otros canales de venta (supermercado, grandes superficies…). Esta decisión cierra el acceso a todos los métodos exclusivos del canal farmacia, independientemente de su eficacia.
  • Factores de salud. La edad, haber pasado recientemente por un parto o por un aborto, tener alergia al látex, sufrir de migrañas frecuentemente o qué haya historial familiar de cáncer de mama puede condicionar la elección del método anticonceptivo.
  • Efectos adversos. Este apartado debe ser cuidadosamente valorado por los profesionales de la salud para que el anticonceptivo escogido sea una solución y no un problema. Por ejemplo, el riesgo de enfermedad tromboembólica aumenta cuando se toman anticonceptivos que contienen estrógenos. De hecho, puede que un médico descarte recetar anticonceptivos hormonales con estrógenos a una paciente con factores de riesgo añadido, como sedentarismo o tabaquismo, para evitar este riesgo.
  • Protección frente a enfermedades de transmisión sexual (ETS). Los preservativos son los métodos que mejor protegen frente a las ETS, con lo que son altamente recomendables cuando las relaciones sexuales no son exclusivas dentro de una pareja. En cambio, si la relación es monógama, puede que este no sea un factor tan importante a tener en cuenta en la elección del método anticonceptivo.
  • Economía. Los diferentes métodos van desde la gratuidad (abstinencia, métodos naturales) hasta el desembolso económico considerable que puede significar un DIU hormonal (alrededor de 260 euros) o una intervención fuera de la Seguridad Social. Cada pareja ha de valorar sus posibilidades económicas a la hora de sostener en el tiempo un método anticonceptivo.
  • Una vez escogido el método que parece más adecuado para una pareja, ¿cómo afecta a sus relaciones sexuales y a la relación con sus cuerpos? ¿Son los efectos que sufre la persona algo aceptable, o resulta molesto? Por ejemplo, muchas mujeres dejan de menstruar o menstrúan menos con ciertos anticonceptivos hormonales, cosa que les puede resultar incómodo de sobrellevar, y terminan cambiando de método anticonceptivo por esta razón.

 No hay un único factor que nos permita decir que un método anticonceptivo es “el mejor”. Podemos decir que un método puede ser “el más recomendable” o incluso “uno de los más recomendables”, pero cada persona debe analizar su situación antes de escoger lo mejor para sí mismo y para su pareja. Incluso es posible combinar ¿por qué escoger uno solo? Combinar un método hormonal y un método de barrera, cuando es posible, maximiza las posibilidades de éxito. Y sobre todo, nada está escrito en piedra: es posible probar y, si pasado el tiempo un método no resulta el más adecuado para una pareja, pueden cambiar si así lo desean.

¿Cómo escoger el mejor método para cada uno?

Este artículo es una introducción al tema, pero es importante profundizar el conocimiento para tomar una buena decisión. Para empezar, es importante buscar fuentes de información de confianza: hoy en día hay una gran variedad de webs y cuentas de redes sociales de instituciones reconocidas (sociedades médicas, ministerios de sanidad de diferentes países, colegios profesionales, clínicas ginecológicas…) que facilitan información fiable.

Pasada la etapa de investigación, si aún tienes dudas, en tu farmacia de confianza pueden ayudarte a disiparlas; aunque los farmacéuticos no podemos recetar, somos especialistas en el medicamento y tenemos conocimientos firmes sobre anticoncepción para ayudarte con algunas de las dudas más frecuentes. Finalmente, si decidieras escoger un método que requiere receta o intervención médica, cuentas con el médico de cabecera y con los especialistas del área para confirmar que no hay factores de salud que impidan su uso y para acompañarte en la elección del que será el mejor método anticonceptivo para ti.

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