En el artículo anterior hablamos del cáncer de mama, sus síntomas, y sus factores de riesgo. En este artículo comentaremos los tratamientos posibles, que son muchos y muy variados. Los médicos escogerán la combinación de tratamientos que más adecuada sea para cada paciente. Los factores que influyen en esta elección son el tipo de células que haya en el tumor, su localización, la posibilidad de expandirse que tenga el tumor y, si ya lo ha hecho, cuáles son los sitios a los que ha llegado. Las opciones terapéuticas disponibles hoy en día son: cirugía, radioterapia, quimioterapia, hormonoterapia, y medicamentos del grupo de la “terapia biológica”.
De la cirugía no suele escaparse nadie, porque es más fácil que un medicamento afecte a los restos de tumor o células que quedan luego una cirugía que al tumor entero. La cirugía puede quitar más o menos tejido: antes se optaba por llevarse mucho tejido para limpiar bien la zona, pero como da más complicaciones post operatorias, hoy se intenta separar mejor el tejido que hay que retirar del tejido que se puede conservar. Las diferentes opciones las valorarás con el oncólogo y el cirujano llegado el momento.
Este procedimiento se realiza en el hospital y pasarás unos días ingresada, por lo que en la oficina de farmacia no te veremos hasta que vuelvas a casa. Podremos ayudarte sobre todo con el buen uso de la medicación post operatoria y con el cuidado de tu cicatriz: son varias las estrategias que permitirán mejorar la cicatrización de la piel, desde aceite de rosa mosqueta hasta tiras de silicona, pasando por cremas con SPF mayor a 30 para evitar la exposición al sol.
Es un complemento a la cirugía mamaria. Se aplica una dosis alta de radiación en la zona del tumor para matar células cancerosas. La radiación afectará a todas las células que encuentre en su camino, porque no puede separar entre células buenas y células malas, y de esta incapacidad vendrán los efectos adversos de la radioterapia. Tu médico te hablará de ellos, pero queremos hacer hincapié en uno que los pacientes a veces ignoran porque parece muy nimio: las quemaduras en la piel.
Frente a un diagnóstico de cáncer de mama preocuparse por la piel puede parecer una vanidad menor. Pero la radiación puede secar y lastimar la piel causando irritación, picor, y enrojecimiento en los casos más frecuentes, alterando tu calidad de vida. En casos más severos la radiación puede causar ampollas, úlceras e infecciones. Frente a este cuadro el médico puede llegar a postergar una sesión de radioterapia para evitar problemas mayores, dándole tiempo a tu piel para recuperarse. Ya ves, ¡descuidar la piel puede llegar a impactar tu tratamiento contra el cáncer! Para evitar esta situación podemos recomendarte productos y cuidados que permiten recuperar la piel mucho mejor que una crema hidratante básica, y si las usas desde el día uno, la radioterapia tendrá un impacto menor sobre tu piel.
La quimioterapia es la utilización de una variedad de medicamentos muy tóxicos para combatir al cáncer. Estos medicamentos pueden:
Estas estrategias matan o reducen el tamaño del tumor. La quimioterapia complementa a la cirugía y a la radiación, porque la sangre puede hacer llegar medicamentos a sitios a los que la radiación o el bisturí no pueden llegar. La elección de los medicamentos dependerá de varios factores, pero por lo general son medicamentos que se dispensan en el hospital, y suelen aplicarse por vía intravenosa. Lamentablemente no son tratamientos selectivos contra el cáncer, por lo que pueden causar fatiga, náuseas, afectación de cabello, piel, órganos reproductores, etc. Con algunos de estos síntomas tu farmacéutico podrá ayudarte, pero con otros necesitarás consejo médico. En cualquier caso, es importante que comentes cualquier síntoma nuevo a tu farmacéutico y a tu médico de confianza en cuanto comiencen.
Son medicamentos que se dirigen contra proteínas específicas que se encuentran en las células tumorales. Las estrategias de cada uno son diferentes:
Se utiliza en cánceres que son capaces de responder a hormonas, sobre todo estrógenos. Entre ellos se cuentan el tamoxifeno, el fulvestrant, y los inhibidores de la aromatasa (anastrozol, letrozol, y exemestano). Los inhibidores de la aromatasa no permiten la síntesis de estrógenos en el ovario y sólo se utilizan en mujeres post menopáusicas. El tamoxifeno actúa en los tejidos y coexiste en sangre con los estrógenos, actuando de diferente manera en la mama, en los ovarios o en los huesos, lo que lo convierte en una buena opción para mujeres premenopáusicas. Son medicamentos que han demostrado mejorar la supervivencia y la recaída del cáncer de mama, por lo que se utilizan por un período de al menos cinco años luego de dar por concluidos los otros tratamientos.
Los efectos adversos son variados, pero suelen incluir sofocos y sequedad vaginal. A veces son ligeros, a veces son más intensos, pero en cualquier caso existen productos que pueden mejorar un poco estos síntomas. Coméntanos tu caso, que buscaremos cómo ayudarte.
Muchos de estos medicamentos se desarrollaron recientemente, y el más moderno se registró en España en el año 2018. Cuanto más se conocen los mecanismos del cáncer de mama más posibilidades hay de desarrollar medicamentos capaces de atacar sólo a las células cancerosas, evitando efectos adversos severos. Es por ello que se dedica tanto esfuerzo a la investigación del cáncer de mama: cuanto más se conoce, más posibilidades hay de mejorar los tratamientos, alargando la supervivencia y mejorando la calidad de vida de los pacientes.
PRIMERO: PARTICIPACIÓN EN EL SORTEO Farmacias Ecoceutics realizan un sorteo dirigido a los y las…
Los tests rápidos permiten obtener información sobre el estado de salud de una persona en…
¿Qué es la sarna? La sarna es la infestación de la piel causada por el…
La humanidad ha tratado de separar la sexualidad de la reproducción desde tiempos muy lejanos.…
Los medicamentos en España (y en muchos otros países) se diferencian en dos tipos: aquellos…
Eucerin revoluciona el cuidado antiedad con el lanzamiento de Hyaluron Filler Epigenetics Serum capaz de…