El dolor de cuello es una molestia común que puede interferir con nuestra vida diaria. Afortunadamente, existen varios remedios caseros y técnicas simples que pueden ayudar a aliviar este malestar. Te los explicamos a continuación.
¿Qué puede causar un dolor de cuello?
Hay muchas razones que pueden causar un dolor de cuello. Entre ellas encontramos:
- Mala posición: estar agachado frente al escritorio, mirar durante horas hacia arriba, la inclinación de cabeza de horas de mirar al móvil…
- Torcer o girar el cuello bruscamente mientras haces ejercicio.
- Dormir con almohadas muy altas o muy bajas.
- Bruxismo, más conocido como “apretar los dientes”.
- Golpes o “latigazos”, como los producidos en una caída o choque.
- Enfermedades y condiciones varias: artritis, infección de la columna, fracturas por osteoporosis, fibromialgia, y otros varios.
El tratamiento que te ofrecemos en la farmacia es sintomático, pero es importante descubrir la causa de tu dolor para poder evitar que vuelva y, si hay otro problema de salud de fondo, tratarlo.
¿Qué productos naturales puedo usar para un dolor de cuello?
Existen muchas cosas naturales que puedes utilizar en un dolor de cuello. Usualmente, los extractos se utilizan en cremas o geles, que al aplicarlo mediante un masaje ayudan aún más a relajar los músculos:
- Árnica: la flor de árnica tiene principios activos que alivian el dolor. Un excelente producto a base de árnica es nuestro Ecovital Compleat Arnicrem®.
- Romero: el aceite esencial de romero es muy útil en dolores musculares y en piernas cansadas. Puede diluirse el aceite esencial en aceite vegetal o utilizar un producto terminado como el Gelodol®.
- Gaultheria: el aceite esencial es muy rico en salicilato de metilo, una molécula con actividad analgésica. No debes utilizarlo si eres alérgico a la Aspirina® (ácido acetilsalicílico y salicilato de metilo están relacionados estructuralmente).
- Lavanda: el aceite esencial inhalado o por vía oral tiene propiedades relajantes, por lo que es muy útil en casos de dolor de cuello asociado a tensión nerviosa.
¿Y qué más hay además de productos naturales?
El tratamiento de un dolor de cuello de origen muscular, asociado a mala postura o malos movimientos, se basa en disminuir el dolor y relajar los músculos:
- Por vía oral puedes utilizar el ibuprofeno.
- Por vía tópica puedes utilizar cremas antiinflamatorias basadas en activos de síntesis.
- Alternar entre compresas calientes y frías puede ser beneficioso para disminuir el dolor y ayudar a reducir los dolores musculares. Una compresa caliente puede relajar los músculos tensos, además prepara al músculo para el movimiento. Por otro lado, el hielo envuelto en una toalla puede reducir la inflamación en la zona afectada, tiene efecto analgésico y antiinflamatorio. Dependiendo el momento y el tipo de dolor te puede convenir más uno u otro.
- Los fisioterapeutas saben tratar los dolores de origen muscular, por lo que es buena idea pedir cita si sientes tensión acumulada que no llega a dolor importante.
- Mantén una buena postura. Evita las posturas que causan dolor.
- Puedes revisar la altura de la almohada y ajustarla para que el cuello no esté ni muy alto ni muy bajo. Dormir con una almohada adecuada que mantenga el cuello alineado puede marcar la diferencia.
- Realizar ejercicios suaves de estiramiento y fortalecimiento para el cuello y los hombros puede ayudar a mantener la flexibilidad y reducir la tensión.
- Usar aceites esenciales con propiedades relajantes en masajes suaves en la zona afectada puede ser beneficioso para relajar los músculos y ayudar a aliviar el malestar.
Si estos tratamientos no resultan suficientes, debes visitar al médico para ajustar el tratamiento y diagnosticar el origen del dolor.
¿Qué es lo que NO conviene hacer cuando hay dolor de cuello?
Cuando el dolor de cuello no se te pasa con las medidas anteriores, es mejor evitar las siguientes acciones:
- Tomar analgésicos potentes o relajantes musculares sin saber qué pasa. Puede que elimines el dolor, pero retrasas el diagnóstico y el inicio del mejor tratamiento para ti.
- Utilizar collarín. El collarín es útil en ciertas condiciones, pero el uso sostenido y sin necesidad puede debilitar la musculatura del cuello.
- Hacer ejercicios intensos. Forzar al cuello no es conveniente, ya que puedes lesionarlo sin darte cuenta.
¿Cuándo tengo que visitar al médico por mi dolor de cuello?
Además de la falla de los medicamentos y tratamientos iniciales, hay ciertas situaciones en las que debes consultar al médico:
- El dolor es muy intenso.
- El dolor se originó en un accidente, una caída o un choque.
- El dolor aparece con otros síntomas, como un brazo frío, pérdida de fuerza en el brazo, debilidad u hormigueos.
- La movilidad está muy reducida o incluso llegas a “cuello rígido”.
- Sientes dolor de cabeza, además de dolor de cuello.
- Tienes fiebre.
En estas ocasiones el dolor puede tener un origen diferente al muscular, por lo que es importante no tratarlo como a tal y consultar con el médico.
Como ves, el dolor de cuello es un síntoma que puede indicar muchos problemas de salud; aunque el más usual sea por una contractura muscular, no es la única razón.
Frente a un dolor de cuello puedes hablar con tu farmacéutico de confianza, que sabrá indicarte qué productos pueden serte de utilidad, y cuándo debes ir al médico.