Dolor de dientes por nervios

El dolor de dientes es una consulta relativamente frecuente en la oficina de farmacia. Además de dar la medicación usual para el dolor de dientes, los farmacéuticos haremos preguntas para saber qué puede estar pasando: no es lo mismo un dolor causado por una caries que un dolor derivado del estrés, por lo que la medicación que daremos no será la misma y la derivación al dentista tendrá más o menos urgencia. Hablaremos en este artículo del dolor de dientes que se relaciona con los nervios, qué solución tiene a nivel de oficina de farmacia, y por qué es importante visitar al dentista cuando sospechamos que un dolor de diente se relaciona con los nervios.

¿En qué forma afecta el estrés a la boca?

El estrés generado por causas laborales, personales, etc., tiene varias formas de expresarse. Alguna de ellas puede ser a través de la boca, causando:

• Bruxismo. El estrés puede llevar a que el paciente apriete las mandíbulas inconscientemente. Es muy frecuente que suceda durante la noche, pero también puede suceder durante el día. El continuo apretar de las mandíbulas puede alterar el esmalte dental, desprotegiendo las terminaciones nerviosas que hay en los dientes y causando sensibilidad dental frente a estímulos como las comidas frías, dulces, el viento, etc.
• Problemas periodontales. El estrés puede afectar nuestra inmunidad, alterando el equilibrio entre las bacterias de la boca y los tejidos blandos. La gingivitis de por sí puede resultar dolorosa, pero, cuando además aparece la retracción de las encías, queda expuesto el diente y duele frente a estímulos como el frío, ciertos alimentos, etc.

El estrés también puede ser la causa de que aparezcan otros problemas bucales como llagas, aftas o heridas por el continuo morder de labios y mejillas.

¿Qué hacer con el dolor de dientes por nervios?

En tu farmacia de confianza podemos ayudarte con el dolor dental por nervios. El tratamiento final curativo debe determinarlo un dentista, pero hasta que te pueda atender podemos recomendarte:

• Paracetamol, ibuprofeno, naproxeno o dexketoprofeno para calmar el dolor. En tu farmacia de confianza podrán ayudarte a escoger el que mejor se ajusta a tu dolor.
• Para calmar los dolores súbitos existen productos anestésicos que dormirán el dolor durante un tiempo corto, hasta que el estímulo que lo causó desaparezca. No se deben utilizar para mantener el diente dormido constantemente, sino que son un “rescate” en caso de dolor súbito y un apoyo al tratamiento con analgésicos por vía oral. Hemos hablado más de ellos en nuestro artículo sobre anestesia local para muelas.
• Existen preparados de aplicación local que evitarán que un posible inicio de infección o inflamación de la encía vaya a más, como los basados en clorhexidina o ácido hialurónico.
• Las férulas de descarga que se dispensan en la oficina de farmacia ayudarán a reducir la fuerza que soportan los dientes al bruxar.
• Existen productos naturales para ayudar con el estrés. Puedes hablar en tu farmacia de confianza al respecto: rhodiola, pasiflora, magnesio, ashwaganda… hay opciones para ayudarte a relajarte y a dormir mejor.

Ahora bien, tanto el bruxismo como la periodontitis deben ser tratados por el dentista. Si se descuidan, estos problemas pueden evolucionar a problemas de la articulación temporo-mandibular o a la pérdida de piezas dentales. En la farmacia podemos ayudarte con el dolor y a evitar más daños inmediatos por culpa del estrés, incluso a reducir los efectos del estrés, pero el diagnóstico definitivo del problema que causa el dolor de dientes y la instauración de un tratamiento adecuado debe llevarlo a cabo el dentista.