Una cicatriz es el nombre que recibe la marca que queda donde la piel sufrió una lesión. Al principio son muy notorias pero el tiempo hace que se disimulen un poco, y si añadimos el tratamiento adecuado pueden ser casi invisibles. Pero cuidado: las condiciones del verano pueden hacer que las cicatrices sean más visibles. ¿Cómo podemos cuidar una lesión durante la época de sol y baños para que no deje una cicatriz notoria? Te lo contamos en este artículo.
¿Por qué el verano es una complicación para las cicatrices?
Porque el tejido nuevo que se está formando para cerrar la herida es mucho más sensible a la agresión del sol, del agua y de la arena que el resto de la piel. La piel nueva no tiene tantas células de defensa como la piel vieja, ni está tan bien protegida por una capa córnea, por lo que las agresiones la afectan más.
¿Cómo agrede el sol a una cicatriz?
El sol afecta a una cicatriz de varias maneras:
- La exposición solar baja localmente las defensas. Esto pasa porque la luz solar suprime ciertos procesos inmunológicos, por lo que la exposición al sol puede favorecer la infección de una cicatriz.
- La piel de la cicatriz es más sensible a las quemaduras solares. La piel nueva no tiene las mismas defensas que la piel vieja. No tiene melanocitos maduros para hacer una síntesis adecuada de melanina (el pigmento que protege a la piel de quemaduras) ni tiene una capa córnea que proteja de luz solar y deshidratación.
Si una cicatriz nueva se expone al sol podemos encontrarnos con:
- Cambios de pigmentación en la zona, tanto hipo como hiperpigmentación, dejando zonas blancas o zonas oscuras.
- Desarrollo de ampollas en la zona de la cicatriz nueva, cosa que dificulta mucho más su curación.
- Hipertrofia del tejido cicatricial (cicatrices “gordas”) por desarrollo incorrecto del tejido nuevo.
Estos cambios pasan en cicatrices que consideraríamos nuevas (las que aún no han cerrado del todo) y en las que ya consideraríamos antiguas. De hecho, algunos dermatólogos recomiendan proteger las cicatrices del sol durante un año y medio, ya que la piel demora ese tiempo en tener la misma estructura que antes. Eso sí, el cuidado no es el mismo si el verano llega durante el primer mes de cicatrización o durante el último: al principio la cicatriz tiene una piel más sensible que tolera mucho menos cosas y se infecta con más facilidad, con lo que el cuidado debe ser más estricto durante este período.
¿Cómo agrede el agua a una cicatriz?
El agua también es complicada para las cicatrices, sobre todo para las que aún no han cerrado bien.
- El agua reblandece la piel, creando un ambiente diferente al ideal para la cicatrización de una herida.
- Hay bacterias en todo tipo de aguas (mar, río, piscina), bacterias que pueden infectar la cicatriz.
- El cloro del agua de piscina irrita la piel y altera el proceso de cicatrización. Lo mismo sucede con el agua salada.
- El agua contiene impurezas como arena, barro, piedrecillas, pasto, insectos muertos, etc, que pueden ensuciar la cicatriz.
Estos puntos son fundamentales para cicatrices nuevas, de esas que aún están rojas o se nota claramente que la piel no está recuperada del todo. Una vez que se recupera la barrera cutánea el riesgo de infección baja, pero los cambios en el proceso de cicatrización siguen existiendo. Cuanto menos quieras que se note una cicatriz, menos conviene exponerla a agresiones como la sal concentrada, la arena o el cloro.
¿Cómo puedo proteger una cicatriz del sol?
Básicamente, bloqueando los rayos solares de alguna de estas maneras:
- Utiliza ropa que cubra la cicatriz. Si la ropa tiene factor de protección solar, mejor aún. Las cicatrices faciales pueden protegerse con gorro de ala ancha.
- Tapa la cicatriz con una tirita o venda. Dependiendo el tamaño y la localización de la cicatriz puede ser una forma poco recomendable, pero hoy en día hay apósitos adaptados para muchos tipos de cicatriz.
- Utiliza protector solar FPS 50+. Son productos que deben utilizarse cuando la cicatriz ya ha cerrado, es decir, no puedes aún llevar puntos. Si la cicatriz es reciente puedes utilizar protección solar específica para cicatrices; suelen ser productos que contienen ácido hialurónico, rosa mosqueta o centella asiática además de fotoprotección.
- Cubre la cicatriz con apósitos de poliuretano específicos para el cuidado de la cicatriz. Ayudan a cicatrizar mejor la piel y muchos de ellos incluyen protección solar.
Según el tipo y lugar de la herida puede convenir utilizar uno u otro. En tu farmacia de confianza pueden asesorarte para lograr que tus heridas, cortes o pequeños accidentes no dejen una marca permanente en tu piel por culpa del sol.
¿Cómo puedo proteger una cicatriz del agua?
En este caso no hablamos de protectores solares a prueba de agua, sino de una protección mucho más completa. La barrera tiene que ser total, evitando que la herida se humedezca o tome contacto con bacterias y suciedad. Para ello recomendamos apósitos impermeables al agua y a las bacterias, pero que permiten que la piel transpire. Vienen en diferentes tamaños, desde 5cmx7cm hasta 9cmx25cm, y están adaptados para muchos tamaños de heridas nuevas. También se pueden utilizar films de poliuretano que se adhieren a la piel y protegen una cicatriz del agua y de las bacterias, como el Fixomull® o el Hydrafilm®.
Todos los productos mencionados deben aplicarse sobre la piel limpia, sin crema hidratante, aceites ni protectores solares. La buena adherencia es fundamental para una buena protección. Dependiendo el estado de tu cicatriz y el tipo de agua en el que te metas (piscina cubierta, playa) puede ser mejor utilizar uno u otro: sabiendo que hay opciones para cuidar tu cicatriz y disfrutar del agua pide consejo en tu farmacia de confianza, para que te ayuden a encontrar la mejor solución para tu caso.
Lorena Crosa es licenciada en Química y Farmacia en la Universidad de la República (2000 – 2004). Se ha formado como profesora técnica de Química en el Instituto Normal de Educación Técnica (2004-2005). Cuenta con estudios de postgrado en Ciencias en la Universidad Camilo José Cela (2009) y posteriormente ha realizado un segundo grado de carrera de Farmacia en la Universidad de Barcelona (2010 – 2013).
Su experiencia laboral se ha centrado en el campo de la ciencia, dentro de hospitales como científica de laboratorios clínicos (2005 – 2007), así como docente de educación química en distintas universidades como el CEPRODIH y la Universidad de la República.
Tras licenciarse en su segunda carrera de Farmacia, centró su experiencia en las oficinas de farmacia, además de trabajar como consultora técnica en empresas de la industria farmacéutica.
En Farmacias Ecoceutics, Lorena Crosa ha sido un miembro activo y de gran valor desde 2018 hasta la actualidad, siendo la responsable de contenidos de la empresa haciendo uso de su expertise.