Embarazo y bebés

¿Cómo funciona un test de embarazo?

¿Cómo funciona un test de embarazo?

Los tests de embarazo son de los tests diagnósticos de venta al público más utilizados: se venden más de 65 millones de tests en toda Europa cada año. El primer test de embarazo para el hogar que seguía el formato que conocemos ahora se comercializó a finales de los años ’80 y nos acompaña hasta hoy debido a su utilidad, practicidad y fiabilidad. Estos test funcionan detectando una hormona en la orina materna que secreta el embrión implantado: la gonadotropina coriónica humana (GCH). Una serie de reacciones químicas transforma esa hormona en una rayita de color: es un proceso fascinante en el que se involucran anticuerpos y sustancias colorantes. Si crees tener síntomas de embarazo y quieres comprobarlo, en este artículo te explicamos cómo funcionan estas reacciones y cuáles son las limitaciones de los tests de embarazo.

¿Cómo funciona un test o prueba de embarazo?

El principio por el que funciona un test de embarazo es el mismo principio que se utiliza para las pruebas de drogas caseras o para las pruebas de antígenos de la covid-19.  Los pasos son los siguientes:

  • En la primera parte del material poroso de los tests hay una “zona de purificación” con reactivos que permiten preparar la orina para las reacciones que vienen: hay productos que controlan los pH, detergentes que eliminan productos no deseados, etc. Cada marca utiliza una mezcla diferente.
  • Pasando la zona de purificación el material poroso contiene anticuerpos anti-GCH marcados con una molécula coloreada (látex, oro, etc.). La orina se mueve a través del material del test, permitiendo el contacto entre la GHC y el anticuerpo anti-GHC.
  • El movimiento continuo de la orina en la varita del test arrastra los complejos GHC-anticuerpo anti-GHC hasta la zona de lectura. Una parte de la zona de lectura contiene otro tipo de anticuerpos anti-GHC fijados al material (es decir, no se pueden mover). Estos anticuerpos captan al complejo formado previamente y lo inmovilizan. Así, las partículas de color se concentran en esa banda, permitiendo al ojo ver una rayita de color que interpretamos como positivo. Los tests más modernos, como Clearblue digital, hacen la lectura con un sistema electrónico y ponen el resultado directamente en una pantalla con la palabra “Embarazada” o “No embarazada”.

Es una reacción compleja, de ahí que sea necesario tener la famosa “rayita de control”. Pasando la zona de purificación, junto con los anticuerpos anti-GCH, se coloca una proteína que llamaremos A (proteínas de ratón, de cabra, etc.) marcada con color y capaz de moverse con el flujo de orina de la misma forma que la GCH. La zona de control consiste en anticuerpos “anti-proteína A” fijados al lado de la rayita de reacción: cuando el frente con GCH y proteína A llegan a la zona de control la proteína A reacciona con sus anticuerpos, aparece el color concentrado y se confirma que la prueba salió bien. Si por algún motivo la orina no sube por el test, o se inunda la ventana de lectura, o “algo” sucede, la rayita de control no se verá y el test queda invalidado.

¿Puede haber un error en el resultado del test?

Puede haberlos; son poco frecuentes pero posibles. Hay dos tipos de errores:

  • Falso negativo: una mujer está embarazada, pero la prueba da negativa. Es el error más frecuente.
  • Falso positivo: una mujer no está embarazada, pero el test da positivo. Es un error muy muy raro, pero puede pasar.

Los tests actuales tienen más de un 99% de fiabilidad, con lo que los errores achacables a la prueba son muy pero muy raros. Muchos de los errores terminan siendo un problema asociado al usuario, no al diseño de la prueba.

En este contexto, se recomienda usar un test de embarazo de farmacia y no test de embarazo casero porque pueden generar confusión o falsos resultados.

¿Por qué hay falsos negativos? ¿Puedo evitarlos?

Los falsos negativos están asociados a concentraciones de GCH por debajo del límite de detección del test, es decir, niveles tan bajitos de GCH en orina que el test no realiza las reacciones químicas con una intensidad que permita la captación por el ojo humano o por el sistema de detección del test. Sucede en los siguientes casos:

  • Utilizar el test antes de la fecha indicada por el fabricante. Si haces la prueba demasiado pronto el sistema no detectará la GCH y el resultado será un falso negativo. Los tests de embarazo más sensibles se pueden utilizar hasta 5-6 días antes de la fecha en que esperas la siguiente menstruación, otros requieren que ya haya retraso para funcionar.
  • Utilizar una orina muy diluida. La primera orina de la mañana es la más concentrada; eso significa que hay más GCH en cada mililitro de orina por la mañana que por la tarde, y los tests funcionan mejor. Hoy en día se comercializan tests que se pueden utilizar a cualquier hora, pero si has bebido mucho líquido, orinado mucho durante el día y tienes muy pocos días de retraso, es más fácil que haya un positivo débil (“rayita muy clarita”) o un falso negativo.
  • Baja concentración de GCH. Hay condiciones, como los embarazos ectópicos, que pueden dar lugar a cantidades menores de GCH en orina de las esperadas, por lo que el resultado podría ser un falso negativo aún “cumpliendo todas las reglas”.

El embarazo ectópico está fuera del control de la mujer. Lo que sí podemos controlar es el día y la hora de la prueba: si se controlan las fechas indicadas por el fabricante y se recurre a la primera orina de la mañana es raro que el resultado sea un falso negativo.

¿Por qué hay falsos positivos? ¿Puedo evitarlos?

Los falsos positivos son muy muy raros. Hay dos casos posibles:

  • Reacción positiva cuando no hay GCH. Los anticuerpos anti-GCH encuentran productos que no son GCH, pero se le parecen lo bastante como para reaccionar y dar positiva la reacción. Eran más frecuentes en el pasado; la tecnología hoy permite llevar casi a cero estos casos.
  • Sí hay GCH, pero no hay embarazo. Puede pasar en varias situaciones:
    • Crecimiento de tejido que proviene de una fecundación fallida (no es un bebé nuevo) que también secreta GCH y da un resultado positivo. Son casos muy muy raros; hablamos de 1-3 casos cada 1000 embarazos.
    • Alrededor de la menopausia. Las mujeres pre y postmenopáusicas pueden tener cantidades de GCH mayores que las de una mujer fértil en la orina, cantidades que un test puede detectar.
    • Después de un aborto. Entre que la GCH puede aún existir en orina y que la regla puede demorar en regularizarse, el error está servido.
    • Uso de medicamentos para la fertilidad que suben la GCH en orina.
    • Algunos tipos de cáncer secretores de GHC.

Estos errores están fuera del control de la usuaria: no hay nada que hacer para evitar este falso positivo, pero por suerte son muy muy infrecuentes.

La prueba fue positiva, pero la regla apareció a los pocos días…

Hay un caso especial que no es un falso positivo, pero lo parece: el embarazo que se produjo y no llegó a desarrollarse. Los estudios que se han hecho indican que aproximadamente 1 de 4 embarazos se pierde en las primeras semanas. Si no se hace una prueba de embarazo en el momento exacto la mujer piensa que “tuvo un retraso” y todo pasa sin pena ni gloria, pero cuando la hace a tiempo el positivo se ve y es un verdadero positivo.

Si estás o has estado en esta situación es importante que no te desanimes, porque esta pérdida es frecuente, los médicos saben que existe y no es indicativa de fallos futuros para concebir. Pero si te ha pasado más de una vez sí que es importante consultar al médico, pues puede que haya que corregir algún tema hormonal, infeccioso o metabólico para poder llevar un embarazo a término.

¿Hay alguna forma 100% fiable y sin errores de saber si hay un embarazo?

Básicamente, detectar al bebé. Escuchar el latido cardíaco fetal o verlo en una ecografía son pruebas irrefutables de un embarazo. Pero los tests de embarazo son tan fiables que, en la práctica, el médico de cabecera confía en el resultado sin hacer ecografía confirmatoria y deriva a comadrona para el primer control y para la primera ecografía de control, que se realiza entre la semana 11 y la 14 del embarazo. Esta ecografía indicará si hay un problema (algo poco frecuente) y, en casos menos frecuentes aún, aparecerán síntomas que no son los típicos de un embarazo y harán “saltar la alarma” antes de esa semana.

Artículo redactado por:
Lorena Crosa
Lorena Crosa

Lorena Crosa es licenciada en Química y Farmacia en la Universidad de la República (2000 – 2004). Se ha formado como profesora técnica de Química en el Instituto Normal de Educación Técnica (2004-2005). Cuenta con estudios de postgrado en Ciencias en la Universidad Camilo José Cela (2009) y posteriormente ha realizado un segundo grado de carrera de Farmacia en la Universidad de Barcelona (2010 – 2013).

Su experiencia laboral se ha centrado en el campo de la ciencia, dentro de hospitales como científica de laboratorios clínicos (2005 – 2007), así como docente de educación química en distintas universidades como el CEPRODIH y la Universidad de la República.

Tras licenciarse en su segunda carrera de Farmacia, centró su experiencia en las oficinas de farmacia, además de trabajar como consultora técnica en empresas de la industria farmacéutica.

En Farmacias Ecoceutics, Lorena Crosa ha sido un miembro activo y de gran valor desde 2018 hasta la actualidad, siendo la responsable de contenidos de la empresa haciendo uso de su expertise.

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