El tocilizumab es un medicamento de uso hospitalario en España, es decir, lo receta un médico de hospital y las personas que lo utilizan deben recogerlo en la farmacia del hospital. Los medicamentos hospitalarios no son muy conocidos por el público en general… “a menos que”:
- A menos que se utilicen para una enfermedad muy conocida, como los antirretrovirales para el VIH.
- A menos que lleguen a las noticias por algún problema/retirada/escándalo, como el Sovaldi®: este medicamento cura la hepatitis C y llegó a las noticias en el 2015 por su precio alto y los problemas que acarreaba pagar el tratamiento.
- A menos que comience a utilizarse para luchar contra una pandemia: es el caso del tocilizumab, que se ha propuesto como tratamiento para la covid-19.
Te contamos hoy qué es el tocilizumab, para qué se utilizaba hasta la pandemia de covid-19, y por qué se considera que es de utilidad en la lucha contra esta pandemia.
¿Qué es el tocilizumab?
El tocilizumab es un anticuerpo monoclonal recombinante humanizado inhibidor del receptor de la interleukina-6. Vamos por partes y aclaremos el trabalenguas:
- El tocilizumab es un anticuerpo porque tiene la estructura de una inmunoglobulina tipo IgG, como las que nuestro propio sistema inmune puede sintetizar.
- Es un anticuerpo monoclonal porque todos los anticuerpos que hay en las cajas de medicamento provienen de la misma fuente y son todos iguales.
- Es recombinante y humanizado porque la molécula del tocilizumab combina cerca de un 90% de anticuerpo humano con cerca de un 10% de anticuerpo de ratón. La parte humana es la que marca el tipo (inmunoglobulina IgG1) y la del ratón es la parte del anticuerpo que identifica al antígeno (puedes leer nuestro artículo sobre el sistema inmune si lo de antígeno y anticuerpo te suena a chino).
- Es inhibidor del receptor de la interleukina 6 porque es capaz de reconocer al receptor de la interleukina 6 (IL-6) y unirse a él, impidiendo su función. ¿Y por qué importa esto? Porque cuando la IL-6 se une a su receptor se inicia una cascada de reacciones que originan un estado inflamatorio. Impedir la unión de la IL-6 con su receptor equivale a impedir la evolución de enfermedades inflamatorias.
Todo esto está escondido en el nombre del tocilizumab. TOCI es una combinación de fantasía puesta por el fabricante, pero:
- LI significa que reconoce a una molécula del sistema inmune (en este caso el receptor de IL-6)
- ZU significa que es un anticuerpo recombinante humanizado
- MAB significa que es un anticuerpo monoclonal
¡La nomenclatura de los fármacos es maravillosa!
¿Para qué sirve el tocilizumab?
La ficha técnica del tocilizumab recoge que el tocilizumab puede usarse solo o en combinación con otros medicamentos antiinflamatorios como el metotrexato para tratar:
- Artritis reumatoidea en adultos.
- Artritis juvenil idiopática (antes llamada artritis reumatoidea juvenil).
- Artritis de células gigantes, una inflamación de la capa que recubre las arterias.
- Síndrome de liberación de citoquinas grave o potencialmente mortal. El síndrome de liberación de citoquinas se produce después de ciertos tratamientos oncológicos. Las citoquinas son moléculas señalizadoras de nuestro sistema inmune muy necesarias, pero cuando se liberan todas juntas y en exceso pueden aparecer síntomas como fiebre, náuseas, dolor de cabeza, sarpullidos, latidos cardíacos rápidos, presión arterial baja y dificultad para respirar.
Como todas estas enfermedades están relacionadas de un modo u otro con las reacciones inflamatorias mediadas por la IL-6, el tocilizumab resulta de utilidad. Fuera de ficha técnica se estudia la posibilidad de utilizar este medicamento en otras reacciones inflamatorias en las que las citoquinas juegan un papel esencial como en los trasplantes, la esclerosis o la covid-19.
¿Por qué se sugirió el tocilizumab para la COVID-19?
Porque, conociendo el mecanismo de funcionamiento del tocilizumab, era lógico pensar que podría servir para controlar el daño que la covid-19 produce al desatar una respuesta inmune exagerada. Pero esto, aunque parezca lógico, hay que demostrarlo en ensayos clínicos. Los investigadores se pusieron manos a la obra y se organizaron varios estudios, siendo uno de los más grandes el ensayo RECOVERY. A fecha de febrero de 2021 RECOVERY mostró los siguientes resultados preliminares:
- Menos pacientes mueren cuando se utiliza tocilizumab (29% de muertes en grupo tocilizumab vs 33% de muerte con cuidado estándar, medido a los 28 días de tratamiento).
- Entre los pacientes que no necesitaban respirador al inicio del tratamiento, menos pacientes evolucionaron hacia el uso de respirador o murieron (33% vs 38% entre tocilizumab y cuidado estándar).
- La combinación con dexametasona mostró claras ventajas: la mortalidad se redujo un tercio entre los pacientes que necesitaron oxígeno y casi a la mitad entre pacientes que necesitaron ventilación.
Cuando escribimos este artículo (finales de marzo de 2021) estos resultados aún no habían sido validados por la comunidad científica: aún faltaba la famosa “revisión por pares”, etapa en la que científicos expertos que no participaron en el ensayo analizan los resultados para ver que todo esté correcto y que no se les haya pasado nada a los realizadores del ensayo. Además, es necesario unir esta información a la que tenemos de antes; los organizadores del RECOVERY no fueron los primeros en evaluar el tocilizumab y algunos ensayos clínicos dieron resultados menos bonitos. Es más, algún ensayo demostró que el tocilizumab iba peor para algunos pacientes. Y no tienen por qué ser resultados contradictorios, pues variaciones entre características de los pacientes pueden llevar a resultados diferentes con el mismo medicamento. Es importante unir toda la información para poder decidir quién y cuándo se verá más beneficiado por el tratamiento con tocilizumab, transformando los tratamientos experimentales en guías clínicas.
Lorena Crosa es licenciada en Química y Farmacia en la Universidad de la República (2000 – 2004). Se ha formado como profesora técnica de Química en el Instituto Normal de Educación Técnica (2004-2005). Cuenta con estudios de postgrado en Ciencias en la Universidad Camilo José Cela (2009) y posteriormente ha realizado un segundo grado de carrera de Farmacia en la Universidad de Barcelona (2010 – 2013).
Su experiencia laboral se ha centrado en el campo de la ciencia, dentro de hospitales como científica de laboratorios clínicos (2005 – 2007), así como docente de educación química en distintas universidades como el CEPRODIH y la Universidad de la República.
Tras licenciarse en su segunda carrera de Farmacia, centró su experiencia en las oficinas de farmacia, además de trabajar como consultora técnica en empresas de la industria farmacéutica.
En Farmacias Ecoceutics, Lorena Crosa ha sido un miembro activo y de gran valor desde 2018 hasta la actualidad, siendo la responsable de contenidos de la empresa haciendo uso de su expertise.